Las oportunidades de ataque
Hay 3 momentos oportunos de ataque:
1) El momento de inicio del ataque del oponente: como en ese momento el oponente está concentrado en su ataque mentalmente y físicamente, no puede cambiar su postura para defenderse del ataque del contrincante. Por lo tanto es el mejor momento para atacar.
2) El momento de la culminación de un ataque del oponente: este es el momento contrario al punto anterior. Cuando está terminando un ataque, aunque quiere seguir al próximo, hay un momento difícil al cambiar su postura. Este es muy buen momento para contraatacar. Como un péndulo en los extremos de la oscilación, hay un momento estático.
3) El momento de la relajación: es parecido al punto anterior pero es diferente. Entre una acción y la otra se produce un momento de distensión física y mental. Ese momento es oportuno para contraatacar.
SEN = Anticipo
“Sen” significa anticipar. La llave para ganar o perder un combate depende de cómo anticipar al oponente. Como dice el refrán “la mejor defensa es el ataque”, mantener su ataque anticipando a los del oponente es la mejor manera de estar seguro en un combate. Sin esforzarse en esto, pensando únicamente en defenderse cuando el oponente ataca, no hay defensa segura. Practicar una disciplina de combate ejercita una actitud activa porque constantemente está exigiendo anticipar.
1) Sen sen no sen: adivinando la intención de ataque (sen) del oponente, uno anticipa su ataque. En este caso el “sen” del oponente todavía no aparece como forma y en ese momento uno anticipa el ataque adivinando la intención del otro. Por lo tanto es una técnica de muy alto nivel y requiere mucha práctica.
2) Sen zen no sen: cuando el oponente ataca, uno contraataca anticipando el del otro. Como en este caso el ataque del oponente ya aparece en forma concreta, es realizable relativamente fácil. Sin embargo si uno no está listo para atacar, no puede anticipar al ataque del otro.
3) Go no sen: cuando el oponente ataca, uno contraataca simultáneamente desviando o esquivando el ataque del otro. Como en este caso el oponente ya realizó su ataque, hay posibilidades de fallar en la defensa. Por lo tanto se requiere una superioridad mental y técnica para hacer esto. No es para un contrincante de nivel inferior.
Oshima Hiroshi Sensei – © 2008